viernes, 17 de noviembre de 2017

¿HABRÁ SUERTE CON NUESTRAS ZANAHORIAS?

Uno de los cultivos que más tememos o que más fracasos tenemos siempre, suelen ser las zanahorias, muchas veces nos encontramos con que no germinan o que simplemente nos salen muy pequeñas o incluso de muy diferentes formas.

Maxi, en su video, nos enseña como hidratar bien las semillas antes de plantarlas para que crezcan con éxito. Así que hicimos el experimento en clase. 
Cogimos una bandeja, colocamos papel de cocina, regamos éste con agua con la ayuda de un pulverizador o una regadera y esparcimos las simientes. Cubrimos con papel de nuevo y volvemos a regar. Una vez hecho esto, dejamos la bandeja durante dos días en la ventana de la clase sin dejar de humedecer y…¡ Al huerto a sembrar!

Cuando llegamos, observamos que el suelo estaba muy duro, y precisamente el suelo arcilloso es el que menos le gusta a las zanahorias a las que les resulta muy pesado y les es muy difícil el poder formar bien la raíz con lo que requiere que esté un poco suelto. Así que con una azada, palas y palitos, rompimos poco a poco el suelo antes de sembrar.

















Seguidamente distribuimos entre todos las semillas por la zona de siembra. Hemos escogido un lugar en el huerto cerca de los ajos porque ayuda a proteger la planta de la mosca de la zanahoria.
Finalmente. regamos un poco para humedecer el suelo.

Ahora hay que regar a menudo, ya que es una planta que le gusta que el suelo no esté seco, pero no le gusta el encharcamiento por lo que no hay que abusar. Hay que buscar el equilibrio para que germine bien.

Y, por último, esperaremos con paciencia a que crezcan las zanahorias. Unos dos o tres meses.  











¡ Ya os contaremos!

viernes, 10 de noviembre de 2017

EMPEZAMOS CON FUERZA!!!

Aquí están los peques del cole iniciándose en el huerto, les encanta.
 El huerto escolar es una estupenda herramienta educativa en la que los pequeños y pequeñas aprenden jugando, experimentando con sus sentidos los colores, sabores y olores del mundo natural que les rodea, a la vez que adquieren conocimientos del medio y aprenden a compartir y trabajar en comunidad.
























¿HABÉIS PENSADO EN SEMBRAR O PLANTAR EN CASA?
Tanto si a tu hijo le gustan las manualidades como si no, seguro que la idea de cultivar en casa le resulta atractiva. 
Con esta actividad se divertirá mucho, aprenderá a respetar la naturaleza y el medio ambiente y se mostrará más predispuesto a comer verduras, al ver lo laborioso que resulta obtenerlas. 
PACIENCIA Y PERSEVERANCIA
También se hará más paciente y perseverante, pues para lograr que las semillas germinen tendrá que cuidarlas de continuo durante un tiempo. 
Estas aptitudes le resultarán muy útiles para sus aprendizajes escolares (lectura, escritura, etc.), pues se adentrará en ellos con ganas y comprometido. 
No pasa nada si alguna planta se os estropea (es normal que os ocurra): así tu pequeño podrá observar “in situ” que las verduras son seres vivos que nacen, crecen y después de un tiempo, o si no se cuidan adecuadamente, mueren. 
Además, esta lección le ayudará a entender por qué debe comer y dormir bien y le hará intuir en qué consiste el ciclo de la vida.
Necesitáis un cajón grande de madera, como los que se emplean para vender la fruta (asegúrate de que no tiene astillas ni clavos), un rastrillo, tierra abonada y semillas. 
Es aconsejable que compréis la tierra y las semillas en una tienda especializada, para aumentar las probabilidades de éxito. 
Una vez que tengáis a mano todo el “kit”, di a tu hijo que llene el cajón de tierra.
A continuación, pídele que haga unos surcos con el rastrillo y que ponga en ellos las semillas o hacer agujero y introducir la planta. En el paquete se indica la cantidad de granos que debéis echar, la separación adecuada entre unos y otros y con cuánta tierra debéis cubrirlos.
El siguiente paso es regar sin anegar. 
Desde entonces, tu pequeño tendrá que vigilar que la tierra de su huerto esté siempre húmeda y si no, regarla un poco, lo que le volverá más responsable. 
Tardará unas semanas en obtener las verduras, pero comerse lo que él mismo ha plantado es un regalo que le satisfará y le subirá el ego. 
¿OS ANIMÁIS?